jueves, 29 de septiembre de 2011

Re calculando

Re calculando… que palabra tan mencionada a partir del uso de ese aparatito tecnológico llamado GPS, lo programas, lo colocas en el tablero de tu auto y te lleva directo donde querès ir… ¡Mágico!!
¿Algún día se creará un GPS que vaya colocado directamente en nuestro corazón? que lo programes y en forma automática solucione nuestro mundo emocional, mental y espiritual… ¡Imposible!
Cuantas de nosotras nos despertamos todos los días de nuestras vidas pensando en que queremos, que buscamos, a veces tan vacías, tan rutinarias, sintiéndonos un mueble, una planta, mujeres jóvenes y mujeres grandes. No importa si tenes la familia que deseaste, el hombre ideal para vos, tu trabajo, tus vacaciones, sólo son apariencias… en nuestro interior buscamos algo más allá, algo que nos encienda el espíritu, que nos identifique, porque nosotras las mujeres, tenemos un mundo interior tan emocional, conformado por una variedad de facetas increíbles (mujeres, hijas, novias, esposas, amantes, madres) llenas de proyecciones que se desconocen y se niegan. A veces es más fácil no  descubrir ese interior por miedo o vergüenza.
Pone la mano en tu corazón, no tenemos el GPS, pero tenemos una voz interior que debemos escuchar, ¡que pide a gritos ser oída!!... porque negarla, porque seguir adelante con algo que no queremos o porque no darnos una segunda oportunidad,  porque no volver a re calcular nuestras vidas.
Una amiga me dijo muy risueña, ¡sos una negadora! y tiene razón, según los expertos “…todos tenemos un mecanismo de defensa, estos son medios que utilizamos inconscientemente para hacer frente a las situaciones difíciles, distorsionando, disfrazando o rechazando la realidad y reducir así la ansiedad…“, la negación es uno de ellos.
Al comprender esto, al ir de a poco aceptando mi realidad, al dejar de negar los verdaderos sentimientos, al dejar de disfrazar a las personas, al escuchar mi voz interior, se me abrió una puerta y con ella la posibilidad de un cambio profundo. Entonces, apuesto a la curación y al cambio, ¿ustedes? Re calculando…

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Poniendo el cuerpo

   Siempre fui una mamà de jugar con mis hijos, me gusta verme reír y verlos reìr cuando en su juego se relaciona un adulto; que hace años fue niño tambièn...
   Nuestro juego preferido al tener dos varones es la lucha… sì, la LUCHA LIBRE, en la cama, en el pasto, cuerpo a cuerpo. Las risas son interminables, se mezclan las cosquillas y los besos, se suman las almohadas, uno se esconde debajo de las sàbanas esperando inocente que nadie lo vea, que mundo mágico se crea cuando ellos te dejan compartir los misterios de ser niños, cuando jugando ya no me siento adulta, aparece aquella niña de dos colitas y flequillo, con las rodillas lastimadas por haberme mezclado en un partido de fútbol… que recuerdos…
   De pronto te sacas la mochila de la cotidianeidad, te llenas de energía, no te importa el desorden de la habitación, porque es solo eso, un espacio, un espacio para ser disfrutado, colmado de risas, todo eso seguramente resulta màs efectivo que las nuevas y las últimas técnicas de feng shui.
   Sin embargo, últimamente me había olvidado de disfrutar, ya no jugaba solo los entretenía, gran diferencia entre jugar y entretener.
   En las clases de teatro hay algo que se llama poner el cuerpo, bueno, yo le estoy poniendo el cuerpo a la vida ( como dice papà la vida es un juego… ) pero también le estoy poniendo el cuerpo al juego con mis hijos, al disfrute, a bailar, tirarnos al piso, reírnos con solo mirarnos, entonces te invito a vos a hacer lo mismo, a vos mamà, abuela, tìa, a dejarte llevar, a no crear murallas en tu propia casa, sino a  derribar esas murallas, a romper las reglas, los estereotipos, ya pensaste como empezar, que les gusta? Jugar a la mancha, a la rayuela, al elástico… porque muchos de esos juegos hoy vuelven. Saquèmoslos un poco de la compu, del celu, si por el miedo a la inseguridad ya no dejamos que jueguen en la calle, no los privemos de jugar con nosotros en el patio.
   Estoy volviendo a empezar como a tantas de ustedes les debe pasar, y dejo que la luz irrumpa en la oscuridad, que este sol de septiembre càlido y suave descubra las ideas y las emociones que parecían perdidas.

viernes, 2 de septiembre de 2011


Embarazadas en Movimiento 
Clases desde el tercer mes de embarazo al sexto mes después del parto
Saavedra 69 Esquina C. Pellegrini 1º Piso
Informes 011 – 15 – 3370 - 8722

Èl no se llevó todo


           Su partida dejó un gran hueco lleno de dolor. Èl se llevo todo al irse, y ella quedó sola, infinitamente triste y, sobre todo, desierta.
           Èl era el espejo en el que ella se había reflejado y reconocido durante años, y ahora ese espejo ya no estaba.
          Se veìa a sì misma acariciando a sus hijos a la noche, diciéndoles palabras que no estaba segura de creer, yendo a trabajar en automàtico, mirando al mundo desde atrás de un vidrio frìo. Todo, porque èl no estaba, por màs que ella quedó en la casa rodeada de muebles y los objetos de siempre, que ahora parecían sin alma, al igual que ella.
           Bien o mal, le había entregado lo que era, no sòlo los frutos de lo que era. Le había dado hasta la identidad. Eligiò ser predicado y no sujeto, no por tonta, sino porque asì creìa que debía hacer las cosas. De hecho, era ciertamente aliviante delegar el ser en el otro, y cumplir con los deberes, haciéndose eco, pero no fuente, del sonido.
         Y sì, la historia de esta mujer es conocida. Es sòlo una versión de las varias que grafican lo que ocurre en una generación de mujeres a las que les toca reequilibrar las cosas y redescubrir el amor de a dos, no como cuerpo y apéndice (en realidad un solo cuerpo con extensión), sino como dos cuerpos que generan un tres: el vìnculo amoroso que, sabemos, es el primer hijo de una pareja.
           El dìa a dìa fue regando el desierto y las plantitas empezaron a aparecer. No dejaba de sorprenderla el verse viva y con emociones nuevas tras el marasmo inicial. Esas emociones surgìan no ya del eco respecto de èl, sino de una fuente interna, que empezó a valorar y que otros también valoraron. No eran emociones “contra” èl, sino emociones de esas que brotan de la propia tierra, sin pelea de por medio. La fuente de todo eso eran sus propios sueños y deseos, los que iban emergiendo una vez que el sol de cada dìa iluminaba terrenos que antes estaban bajo una sombra que ella misma permitió.
           Se dio cuenta por ejemplo, de que no era el dueño de su femineidad ni de su deseo.    Ella había compartido el fruto de su femineidad, pero èl no era el dueño del árbol generador de ese fruto. Cuando se dio cuenta de eso, empezó a sonreír mas, como lo hace la gente que esta contenta al sentirse viva.
           Al final, èl no se había llevado todo, sino solo una parte de su historia.
           Hoy los veo flirteando entre sì, aun separados (es que esta es una historia real, no una imaginaria). No se como terminarà la cuestión, pero es interesante ver el desarrollo. Èl ya le dijo que se había sentido agobiado por lo mismo que, al principio de la relación, lo había atraído. Ser “todo” para ella le había pesado, aunque reconocía que al comienzo lo había seducido. Tanto como a ella la había seducido delegar su existencia en ese hombre aplomado que un dìa se había ido, rompiendo las reglas de un juego que no iba màs, diciendo que se sentía solo y que se había dado cuenta que querìa una voz que lo acompañara, no un eco de la suya.
          Pienso que vuelvan o no a estar juntos, han hecho su aporte al amor.
           No hay villanos en esta historia porque tuvieron la suerte de entender de què se trata la cuestión: de crecer, y no de buscar a los malos de la película para lapidarlos sin mirar lo escrito en el suelo respecto de lo que cada uno hizo.
           Asì son las cosas. Èl pareció haberse llevado todo, pero lo que dejó fue aprovechado por ella y era lo esencial: la posibilidad de despertar y abrir la puerta para ir a jugar.
                                                                                                                                              Miguel Espeche


* Esta publicación está dedicada a todas las mujeres que encontré en este nuevo camino de auto descubrimiento, una vez que pude ver mi entorno sin enojos, ni reproches, esta nota apareció en casa... siempre estuvo pero yo no podía ver... 
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Las madres y los niños, una prioridad


La Visionaria es una guìa para mujeres pero también para hombres, para mamàs y para las futuras mamás… En este punto de mi vida me atrevo a empezar este proyecto que tengo desde la llegada de mi primer hijo, Fabrizio… Que intenso fue buscar ese primer nombre que marcarà su vida para siempre…
          Con su llegada  mi cuerpo y mi alma se sintieron atravesados por una carga de energía tan fuerte y tan profunda que despertó mi ser, poniendo en marcha mi vida interior, “ esa vida interior que mucho tiempo estuvo acorralada, encajonada “. Luego empezó la crianza, la teta, los pañales, despertarme cada hora y acercarme para ver si respiraba, para sentir su olor… luego volver a pensar en su papà, en encontrar nuestro espacio, luego el trabajo y asi pasò el tiempo y mi proyecto quedó ahí latente en un cajòn, esperando algún dìa ser encontrado.
          Despuès de muchos años, llegó mi segundo hijo, Giovanni… que miedo! era mamà primeriza de nuevo, pero ahí estaba yo, sintiendo esas contracciones intensas, sintiendo la fuerza de mi hijo que querìa salir,  la respiración agitada, la mano temblorosa de un papà asustado y después de horas de esfuerzo Giovanni me regalò su primer sueño prendido a mi pecho…
Esta es parte de mi historia, una pequeña parte, no todo, es tan larga la historia de cada uno. Pero yo querìa empezar asì y continuar… porque La Visionaria surge como una necesidad de expresión, una necesidad de movimiento, de crear lazos, de abrir conciencias, de aportar un granito de arena màs en esta sociedad, por nosotras las mujeres, por los hijos que tenemos, por los sobrinos, los nietos, cuidèmosnos, cuidemos a los que queremos pero también a aquel que casi no conocemos.
En esta guía quisiera que encuentres un espacio,  un alto en el camino, donde sepas que las mujeres y los niños, son una Prioridad. Habrà puntos en los que estaremos de acuerdo y otros en profundo desacuerdo, pero asì somos…
Vamos a ponernos detrás del ego y a dejar emerger la generosidad que todos tenemos.